¿Qué es la Técnica Alexander?

Frederick Matthias Alexander se quedó sin voz en mitad de una escena en la que recitaba a Shakespeare. Esta situación se repitió una y otra vez, entonces buscó ayuda entre los médicos de su época. Como no pudieron orientarlo, se decidió a buscar una solución investigando sobre sí mismo. 

Durante años experimentó observándose frente al espejo. Descubrió que llevaba su cabeza hacia atrás con solo pensar en emitir sonido: una respuesta inconsciente de su organismo a su intención. Alexander desarrolló una forma de re-educar la manera en que “nos usamos a nosotros mismos”.

Normalmente nos movemos de forma automática, a través de hábitos que fueron adquiridos a lo largo de nuestra vida y que nos permiten hacer acciones sin estar pensando en cómo las hacemos. A veces, estos hábitos nos llevan a hacer un esfuerzo mucho mayor del que necesitamos y generamos tensiones innecesarias. 

¿Existe otra forma de “usarnos”?

Sí. Haciendo pausas para prestar atención a cómo hacemos lo que hacemos, se pueden generar nuevas formas de movimiento, que estén más alineadas con nuestro diseño anatómico, disminuyendo así el esfuerzo del día a día. También podemos hacer pausas para observar nuestros pensamientos y verificar si estamos alineados con el momento presente. Gracias a ello vamos gestando la posibilidad de crear un espacio entre los estímulos y nuestra reacción, para poder elegir una respuesta en lugar de reaccionar automáticamente. Esto se hace con actividades simples del día a día como puede ser pararse y sentarse de una silla.

La mejor forma de entender la técnica es tomar una clase.

Puede ser de forma individual o grupal y si querés saber más apretá este botón: